Liceo Guatemala, 1230 PM, la Gloriosa Banda de Guerra terminaba una de las presentaciones mas emotivas y trascendentales de su historia; no era para menos, un ciclo se cierra, la última promoción enteramente masculina esta a las puertas de su graduación, cerrando así el ciclo iniciado allá en 1932 a la llegada de los HH Maristas a tierras guatemaltecas; Por otra parte recibían la visita de docenas de exalumnos quienes conscientes de esto, esperaban ansiosos la participación de su querida y recordada Banda.
Terminada la presentación se escucha dentro de los invitados el clásico toque del Infantes, en una clara provocación ya que en ese momento las demás Bandas guardaban silencio en claro respeto a que el anfitrión terminaba con el festival; la reacción liceísta no se dejo esperar, aunque superados en número y sin ninguna experiencia en estos enfrentamientos dado que las nuevas generaciones han crecido alejadas de esta tradición, la Banda del Liceo ordeno el de frente reanudando la cadencia de sus percusiones y en una muestra de orgullo liceísta, nuestro Comandante General da la orden de ir a buscar al Infantes y encararlos. Los jóvenes miembros de la Banda se mostraban nerviosos, ¡si imaginarlo eran los protagonistas de un evento que se creía olvidado ya! De cualquier modo marcaban cada toque de sus instrumentos con toda la fuerza y amor por su Liceo.
En ese momento ambas porras se enfrentaban en vivas por sus colegios, cada uno se esforzaba por animar a sus Bandas. Se trataba de un enfrentamiento entre rivales naturales por lo que el ambiente rápidamente se saturo.
El Infantes inicio su salida de las instalaciones del Liceo cuando el escuadrón de Gastadores liceístas los alcanzo, el Banderín del Liceo se mostraba orgulloso en su casa y un poco más atrás la escuadra de Banderas en una muestra de amor por su colegio, levanto la Bandera liceísta en lo alto, lo único que separaba a los contendientes era una delgada línea de exalumnos de ambos colegios. El ambiente no podía ser más parecido a aquellos lejanos desfiles cada 14 de septiembre. Es en ese momento que se da el quiebre; al salir el último bloque de cajas y marcadores del Infantes, pierden el compás y el norte de los cambios y se quedan callados….no pudieron continuar con la marcha, su Comandante trataba inútilmente de animarlos y ordenarlos, fueron los marcadores los únicos que continuaron tocando con mucha dificultad… El Infantes había sido silenciado…
La felicidad no cabía en los corazones de tanto exalumno que asistió al llamado de su Banda, los alumnos de la promoción 08 mostraban su satisfacción ya que su apoyo fue crucial en aquel triunfo. Los miembros de la Banda no salían de su asombro a pesar de ser superados en número, fueron superiores en pasión y amor por su colegio el alma quedo en aquellos redoblantes, cajas, marcadores, liras, xilófonos, cornetas y pífanos que gritaron a los cuatro vientos, ¡SOLO LICEO CAMPEÓN! Recordamos especialmente a aquellos que embargados por la tristeza de ser su último año, tuvieron que limpiarse las lágrimas para defender a su Banda.
El Liceo vivió en su casa una de las jornadas mas memorables de su historia, en un enfrentamiento clásico de Bandas de Guerra
Julio Figueroa C